13 febrero 2010

En recuerdo a Miguel Hernández, hombre humilde, poeta cabrero que enalteció el trabajo de la tierra y el campo.


Patio interior de la casa, con pozo y lavadero



En mi afan reportero, llego a esta ciudad para visitar la Casa Museo de Miguel, en Orihuela que conserva con orgullo su antiguo rango de ciudad con Obispado Independiente y Universidad hasta el siglo XIX, 33 iglesias ofrecian culto a los creyentes. La Ciudad presenta un bullicio especial porque a principio de Febrero 2010, dia de la visita, se inagura una enorme feria medieval. Unas amables señoras jovenes, me indican como llegar a la Calle de Arriba, donde esta la casa museo donde vivió el poeta y me añaden que ellas lo admiran y están muy satisfechas de su gran personaje.

Al llegar frente a la casa, una joven maestra lleva a sus alumnos a visitarla y da explicaciones a sus alumnos que llevan aprendidas unas estrofas de los versos del poeta, con naturalidad narran breves versos de tan insigne poeta:

Tanto río que va el mar/ donde no hace falta el agua.

Tantos cuerpos que se secan./ Tantos cuerpos que se abrazan.

Carne de yugo he nacido/más humillado que bello

con el cuello perseguido/ por el yugo para el cuello

Andaluces de Jaén, aceituneros altivos,/decidme en el alma:

¿quién amamantó los olivos?

Vuestra sangre, vuestra vida, no la del explotador que se enriqueció en la herida generosa del sudor.

No la del terrateniente que os sepultó en la pobreza, que os pisoteó la frente, que os redujo la cabeza.

La cebolla es escarcha cerrada y pobre:
escarcha de tus días y de mis noches.
Hambre y cebolla: hielo negro y escarcha grande y redonda.

En la cuna del hambre mi niño estaba.
Con sangre de cebolla se amamantaba.
Pero tu sangre, escarchada de azúcar, cebolla y hambre.

Allí donde el poeta escribía bajo la luz de una tenue vela, tomo asiento y pido al autor me cuente algo de su vida, realizo una entrevista imposible:

Miguel dice: nací en 1910, en Orihuela, estudie en colegios religiosos de los diez a quince años, a esa edad mi padre me envió con las cabras al monte. En aquella época los niños trabajábamos, algunos desde los siete años.

Mientras el rebaño sesteaba o rumiaba en los picos de pura piedra empinada en la sierra de Orihuela, releía libros escritos por Gabriel y Galán, Miró, Zorrilla o Rubén Darío, y cuando regresaba a la casa, hacia ejercicios de escritura de poemas imitando la belleza del estilo que leía, inspirado en el campo, las plantas, los animales…la vida. Por las tardes me acercaba a la panadería de los Fenoll donde se hacían representaciones teatrales y leíamos poesías los del “Grupo de la Tahona.

A los 16 años publique mi primer poema en El pueblo de Orihuela. A partir de entonces sería Voluntad y más tarde, Destellos. En 1931 marché a Madrid Anhelando conocer los ambientes literarios y probar suerte como escritor. Allí conocí los poetas de la Generación del 27 con los cuales me encuadro mi amigo Dámaso Alonso, fue una estancia llena de riqueza cultural, más repleta de penalidades, conocí a Pablo Neruda cuando fundó la revista Caballo Verde para la Poesía. Las ideas del poeta chileno tuvieron una gran influencia, fue entonces donde sufrí una evolución ideológica que me condujo a tomar posiciones de compromiso cuando comenzó la guerra civil.

La falta de trabajo… y dinero me obliga a regresar a Orihuela en mayo de 1932, allí fui contable en un comercio de tejidos, lo cual me permitió desarrollar una labor remunerada, flexible y cómoda para poder compaginar con la poesía y avanzar así en mi primer libro: Perito en Lunas, El silbo vulnerado, Quién te ha visto y quién te ve y sombra de lo que eras,…muchos más.

Las revueltas sociales y políticas del momento se agravan alterando la vida cotidiana, el 18 de julio, se produce el levantamiento de militares contra el gobierno que dividiría a España en dos grandes frentes, desembocando en la contienda que duró tres años. Con una clara conciencia ideológica, me aliste al ejército. Allí desarrollé labores de organización de tareas de índole cultural, como son la elaboración de un periódico divulgativo y trabajos de alfabetización de la tropa, a la vez que intenta renovar y alentar la moral de los soldados con recitales y lecturas que levantan el espíritu combatiente.

Me convierto en escritor del pueblo y precursor de la poesía social, que se refleja en la serie de poemas reunidos en Viento del pueblo (1937), que incluyó la "Canción del esposo soldado", dirigida a mi mujer, y otras creaciones como "El niño yuntero". También en este período concibe El hombre acecha (1939), visión trágica de la contienda fratricida, y diversos textos dramáticos que se publicaron con el título Teatro en la guerra (1937).

Dar conciertos en el frente durante la guerra, era un atentado contra la seguridad del ejercito fascista, por ello fui encarcelado en varios penales hasta llegar al de Alicante. Mientras me hallaba en la cárcel escribí Cancionero y romancero de ausencias (1938-1941), donde hice uso de formas de la poesía popular para expresar en un estilo sencillo el hondo pesar por la separación de mi familia y la angustia que me producían los efectos devastadores de la guerra.

Tras cuatro años de cautiverio me llego la liberación con la muerte en 1942, tenia 32 años.

Poeta que emociona con su sencillez, que habla de la guerra, enamorado de la vida. Una gran pérdida para todos.


Eran épocas donde los generales franquistas como Millan Astray gritaban: "¡Muera la inteligencia!, evidente los prisioneros politicos con sentimientos marxistas, no eran bien tratados, por los vencedores fascistas.



3 comentarios:

Jose Antonio Campos dijo...

De sencilla no tiene nada su poesia...es fuerte y profunda y estara siempre entre los elegidos.
De escritores Cervantes
de los pintores Velazquez
y de escultores Fidias.
Al único que tengole envidia
que unas casas eleva
al Parnaso de los dioses
en la tierra de Orihuela,
mas que a todos tres
Es..... a mi paisano Miguel
Jose Antonio Campos

Florián, nacido en Messidor dijo...

Su comentario está lleno de bellos sentimientos y de reconocimiento a los hombres que aportarón su inteligencia al deleite de los demás y a la denuncia de la intolerancia de otros.

Gracias compañero. Florián

Florián, nacido en Messidor dijo...

Su comentario está lleno de bellos sentimientos y de reconocimiento a los hombres que aportarón su inteligencia al deleite de los demás y a la denuncia de la intolerancia de otros.

Gracias compañero. Florián